Para variar, hoy quiero empezar con la moraleja del post:
Algo debe haber en un buen colchón y una buena almohada. Tu cuerpo te lo va a agradecer.
Una de las cosas que mááááás me gusta en este mundo es dormir. Seguramente a muchos les pasa lo mismo (aunque me han llegado a decir "dormir es una pérdida de tiempo (?)").
Hace unos dos años veníamos con Pato con dolor de espalda mal, durmiendo mal, molestos, chinchudos, irascibles. Se lo podíamos atribuir a la pareja, al cansancio, al trabajo, al estrés de Buenos Aires; y uno quiere hacer terapia, o matar a medio mundo (un Relatos Salvajes por ahí) o... oooooooo... SE PUEDE CAMBIAR EL COLCHÓN. El que teníamos era una especie de campo minado, con lomadas y pendientes... el horror... te sentabas y las rodillas te quedaban a la altura del pecho de lo que se hundía.
A veces la respuesta más obvia no está taaaan a la vista, pero yo empecé a romper los quinotos (tengo un Máster en Romper Quinotos), Pato dijo "daaaaleeeee", y cuando encontré una promoción interesante me fui a buscar colchones.
¡¡¡Qué divertido probar colchones!!! Me acostaba (si, acostaba) en todos. Fui probando hasta que encontré uno que el precio y la dureza me cerraron, con sommier y toda la bola. Está mi cuñado de testigo que cuando por teléfono le dije a Pato "encontré el colchón, mirá que es duro", mi media sandía contestó "confío en vos" (o algo por el estilo).
Llegó el gran día, arribó la nueva cama al departamento, y Pato hizo la gran zambullida. SECO cayó. Jajaja, "es muy duraaaaaaa!" gritaba indignado.
A la semana, nuestras espaldas estaban como nuevas, nuestro mal humor había bajado considerablemente y estábamos descansados. O sea: felices.
Ahora en Bariloche, venía de varias (vaaarias) noches mal dormidas, con mucho dolor de cuello y cabeza. Me despertaba a mitad de la noche con el cuello torcido, doblaba la almohada para tener más altura, la golpeaba, buscaba un almohadón, yo que se. Otra vez molesta, chinchuda...
Entonces AYER ME COMPRÉ UNA ALMOHADA NUEVA Y SOY OTRA PERSONA!!! jajajajaa
Por primera vez en mucho tiempo dormí BIEN, mi cuello no duele, tenía un firme apoyo bajo mi cabeza.
Si llegaste hasta acá, mi recomendación de todo corazón (y desde el cerebro también) es que si estás muy muy molesto con tu cuerpo y tu dormir, analices bien tu colchón y tu almohada. Puede ser que tus malestares se inicien en un mal dormir. Puede parecer una pavada, pero yo hoy me siento mucho mejor.
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